Sumérgete en el universo de Gra de Gràcia, una red de tres tiendas, liderada por Sara Ingelmo, que se ha convertido en un referente desde su apertura en 2012. Con un equipo de 10 personas y una pasión por la calidad y la proximidad, Gra de Gràcia ofrece una amplia gama de productos que van desde frutos secos hasta superalimentos y café de origen.

¿Qué os motivó a abrir Gra de Gràcia y cómo ha sido vuestro viaje desde la primera tienda en 2012 hasta ahora con tres ubicaciones?

Nuestra idea era montar una empresa relacionada con la alimentación y la sostenibilidad donde se pusiera en valor la atención personalizada y el cuidado al trabajador. Queríamos algo muy visual, fácil para el cliente y con una estética muy cuidada. Con 30 años y, habiendo trabajado en el mundo de la publicidad, la interpretación y el turismo, decidí arriesgar; quería autoemplearme así que, con la experiencia de mi pareja (y socio) a nivel de empresa, sus dotes como arquitecto, mis conocimientos de nutrición, mi facilidad comercial y una formación intensiva en Barcelona Activa para estudiar la viabilidad del proyecto, nos lanzamos a la piscina.

Yo misma estuve haciendo estudio de mercado durante 1 año y confiaba en que Gracia era el barrio perfecto para un comercio de este tipo. La aceptación fue buenísima desde el principio así que cuando en 2015 vimos una buena oportunidad de local en la transitada calle Asturias, decidimos meternos en otra reforma y lo mismo nos pasó con el local de Cigne 10, en 2017. Un día justo antes del cierre por pandemia estuvimos a punto de firmar para abrir una cuarta tienda pero el miedo nos paralizó y la verdad que ahora estamos muy contentos con la situación actual. Ver que tenemos clientes fieles de diario que confían en nosotros desde 2012, es realmente muy emotivo.

¿Cuál es la filosofía detrás de la selección de productos en vuestras tiendas, y cómo decidís qué productos ofrecer entre la amplia variedad disponible?

Nos centramos en seleccionar productos de proximidad, ecológicos, que nos los ofrezcan a granel y que sean lo más exclusivos posibles. Es decir, nuestro proveedor de risottos, por ejemplo, nos elabora mezclas a nuestro gusto y el hecho de que le podamos pedir que nos añada polvo de remolacha o pruebe de hacerlo con basmati y flores de jazmín o bien, que trate de innovar incorporando manzana y nueces hace que nuestra oferta de productos sea muy amplia.

Otro aspecto que creo que nos hace especiales, es que detrás de muchos de nuestros productos hay una historia, puede que sea una familia que elabora sus conservas y sea la hija pequeña quien las etiquete, o unos hermanos que hayan recuperado unos bosques centenarios para producir/recolectar sus castañas y ofrecernos su harina que elaboran en un molino de piedra o el proveedor de galletas de Vic al que le pedimos que nos cree diferentes versiones sin gluten, veganas y sin azúcares añadidos.

Yo soy una freaky de la alimentación. Comer y cocinar es lo que más me gusta. Siempre que puedo busco nuevas recetas y no dejo nunca de aprender y sorprenderme con lo creativo que puede llegar a ser uno en la cocina. Me apasiona ir a la feria anual de Biocultura donde me paso 4 días hablando con proveedores, descubriendo sus novedades, probando productos, asistiendo a charlas, showcookings…y durante todo el año voy introduciendo aquello que más me ha gustado. Continuamente vamos valorando estadísticas de ventas para ver qué funciona y que no y así poder mejorar la oferta. Ahora me he animado a personalizar un poco las redes sociales y aprovechando mi formación en arte dramático, y que no tengo vergüenza ante las cámaras, así doy a conocer las novedades con amenos reels para que el cliente pueda estar más al día de lo que puede encontrar en gra de gracia o conocer algunas de nuestras recomendaciones para subir las defensas, como hacer un buen café o que substitutos tenemos de las golosinas para los más pequeños de la casa.

¿Qué aspectos distinguen a Gra de Gràcia de otras tiendas de productos naturales y ecológicos en Barcelona?

Los trabajadores nos dicen que somos una empresa muy humana que nos preocupamos por su bienestar, el buen ambiente laboral, les ofrecemos flexibilidad y nunca se hacen horas extra. Cesc, el encargado, y las 10 personas del equipo tienen una energía muy bonita, son responsables, buenos compañeros y trabajan de forma muy autónoma. Siempre les digo: ojo crítico con los productos, buen trato al cliente y haceros la tienda vuestra. Somos como una gran familia y los clientes lo perciben ya que me lo comentan a menudo.

Algo importante es que potenciamos la compra Zero Waste. Promovemos el reciclaje y no usamos plásticos. En las tiendas ofrecemos bolsas de papel o de fécula de patata y envases de almidón de maíz para las cremas de frutos secos, la miel y las olivas. También vendemos botes de cristal de diferentes medidas para el cliente que prefiera llevarse frascos con varias especies o llenar el bote grande de su crema de chocolate preferida, por ejemplo. Ofrecemos un 3% de descuento sobre el total de la compra a aquellos clientes que se traen sus propios envases o reutilizan nuestras bolsas. Con eso, ponemos nuestro granito de arena en contribuir a un mundo más sostenible. Muchas tiendas a granel usan bolsas de plástico y es dependiente quien te sirve. Gra de gracia destaca por ser un comercio de autoservicio, el cliente se siente libre de comprar solo la cantidad que necesite, con lo cual estamos promoviendo una compra mucho más responsable y consciente. Ayudamos y aconsejamos siempre, pero dejamos al cliente que circule por el espacio de forma tranquila y en confianza.

¿Cuáles son los productos más populares entre vuestros clientes y por qué creéis que tienen tanto éxito?

Uf que difícil pregunta 😉

Tenemos productos estrella básicos como pueden ser las nueces, el azúcar de caña integral, los copos de avena, la miel o las aceitunas, pero también destacan otros más originales como la granola de frambuesas keto, los fideos con trompetas, las galletas de trigo sarraceno y plátano-choco, el mango deshidratado, el rooibos estrella, las crujientes bases de pizza sin gluten, el arroz de konjac, el mugi miso del Delta del Ebro o la conserva de salmón salvaje bio en aceite de oliva virgen extra. La verdad es que todo lo que tenemos tiene mucha salida.

El éxito está en la calidad. Aunque a veces nos puede ocurrir que el proveedor nos entregue una partida de galletas menos crujientes porque igual ha habido algún pequeño cambio en su elaboración o bien el tahin que nos elaboran bajo pedido esta vez resulte más amargo porque el proveedor que elabora la crema haya puesto un sésamo más verde (menos tostado) y el gusto final sea más a campo, un poco más amargo.

Pero las premisas por las cuales nos regimos para seleccionar nuestros productos son: artesano, natural, eco, proximidad, responsabilidad y originalidad. Al ser todo tan natural y artesano, el cliente que nos elige a nosotros, en parte huyendo de la compra estandarizada de las grandes superficies, ha de entender que nuestros productos tienen vida, no los hacen máquinas, y, aunque solemos comprobarlo todo, con más de 700 productos a veces se nos escapan cosas.

El otro día un cliente me dijo: “ay nena te confieso que me fui a comprar el mango a otro lado porque era más barato pero vuelvo aquí porque hay tanta diferencia de textura y sabor…” Y ese pequeño gran comentario me llena de orgullo y me hace sentir que estamos haciendo las cosas bien. Seguramente no tendremos la etiqueta de baratos, pero es que tampoco es ese nuestro objetivo. Queremos ofrecer los mejores productos del mercado a un precio justo. Nos encanta que haya clientes que, aún y viviendo lejos, nos eligen para comprar esa especie que no encuentra o viene maravillado a por esas almendras con romero que un amigo suyo le dejó probar un día.

¿Cómo os aseguráis de mantener la máxima proximidad con los productos que ofrecéis y cuál es la importancia de esta proximidad para vosotros?

Siempre que un producto se pueda conseguir en Cataluña o España, esa es nuestra máxima. Por ejemplo, la quinoa suele venir de Sudamérica, pero nosotros tenemos un proveedor que la cultiva en Valencia. Los pistachos suelen ser de Irán, pero los nuestros son de Maials (Lleida). Sin embargo, las bayas de goji son del Tibet, el te matxa es japonés y los anacardos son de Australia, aunque estos por ejemplo los compramos a proveedores de aquí que se encargan de la elaboración final como una empresa de Alicante que les pone tamari, curri o los carameliza con miel y quedan buenísimos. Muchos de nuestros proveedores nos ofrecen visitas a sus instalaciones para conocer cómo trabajan y ofrecer total transparencia.

¿Cuál ha sido vuestra experiencia con las ventas en línea y qué desafíos habeís enfrentado en este aspecto?

Los primeros años no dábamos ninguna importancia ni a la venta online ni a las redes, veíamos que a la gente le encantaba la experiencia de venir a comprar, los olores, la atención…Me decían: “ay, esto es como una tienda de chuches pero para mayores” jejeje y no sé si influye el estudio de feng shui de los espacios, pero entre los clientes se crea un clima muy bonito, a veces se ponen a compartir recetas o trucos de cocina, así que aprendemos muchísimo de ellos.

Con la pandemia, y gracias a la ayuda del kit digital en el 2022, hicimos una nueva web muy fácil e intuitiva que cada vez va mejor. Me hace gracia ver que clientes que se han mudado a Bilbao y antes vivían en Gracia. siguen sus compras de forma online. Hay quien vive en Menorca y no puede dejar sus galletas de quinoa con arándanos o la familia que se mudó a Holanda y como allí solo encuentra piñones chinos nos encarga los nuestros del Montseny porque les transportan a momentos en la casa de verano de sus abuelos en una pineda de Sant Fost de Campsentelles.¡Es muy bonito la verdad! ¡Me emociono al escribir esto!

¿Qué planes tenéis para el futuro de Gra de Gràcia y cómo esperáis seguir creciendo y sirviendo a vuestra comunidad?

Nos gustaría abrir alguna tienda por la zona de Sant Gervasi o Sarriá, igual más pequeña, solo con los productos que más vendemos, sobre todo cosas de desayunos y meriendas. Siempre vamos mirando locales pero la inversión en reformar el local y el coste de los dispensadores es tan alto, que la expansión surgiría si se diera una buena oportunidad de local como nos pasó con los 3 de Gracia.

Jordi Escoriza, mi socio (S3 arquitectura), hace una transformación brutal del espacio combinando a la perfección la madera, el metal…y siempre dejo en sus manos esa labor visionaria ya que si os enseñara como eran los locales cuando los cogimos no os lo creeríais. El de la calle Cigne era muy pequeño pero levantamos toda la antigua zona de portería y nos quedó un precioso espacio diáfano con un techo de ondas de madera que no deja indiferente.

Os invito a visitarnos en Puigmartí 11, Asturias 26 o Cigne 10, cuando queráis!!

¿Vuestro instagram es? @gradegracia

Nuestra página web: www.gradegracia.cat